Javier Torres Cruz

Re: Javier Torres Cruz

To: Lic. Zeferino Torreblanca Galindo

From: Prof. H. Ihmig, a nombre de la Iniciativa México, y Gail Davidson, Executive Director, LRWC

Date: 2008-12-22

Hasta cuándo se instaurará un Estado de Derecho en Guerrero?

Con gran alivio nos enteramos del regreso del campesino Javier Torres Cruz, desaparecido
desde el 3 de diciembre de 2008, a su hogar en La Morena, Guerrero. Su secuestro, de acuerdo a la información que tenemos, fue perpetrado por elementos del 19 batallón de Infantería. Miembros de dicho batallón lo detuvieron ilegalmente en un retén cerca del poblado San Luis La Loma, lo mantuvieron incomunicado y sin alimentación durante 10 días, lo golpearon y lo hirieron gravemente. Estamos estremecidos por estas graves violaciones a los derechos humanos elementales.

Cabe resaltar que este atentado contra Torres Cruz tiene un trasfondo específico:

Ya el 14 de noviembre de 2008 unos 200 militares habían incursionado en la comunidad de La Morena en busca de Javier Torres y de sus hermanos, maltratando a su paso a mujeres y niños.

El 19 de septiembre de 2007 Javier Torres, acompañado por su tío, había declarado ante el Ministerio Público de DF lo que sabía sobre la identidad de los asesinos de la defensora de derechos humanos Digna Ochoa y Plácido, o sea sobre los pistoleros que, de acuerdo a su testificación, actuaron por mando del poderoso ex presidente de los ganaderos de Guerrero y ex alcalde de Petatlán Rogaciano Alba Álvarez.

Como es de común conocimiento en esa región guerrerense, Alba Álvarez mantiene estrechas relaciones con algunos cuerpos de seguridad. Se pudiera presumir que tanto la desaparición del campesino como la invasión anterior en su poblado tendrían la intención de deshacerse de un testigo molesto para el cacique.

Las autoridades correspondientes en vez de asumir su responsabilidad dejaron que la búsqueda del paradero del desaparecido y la investigación de las circunstancias las efectuaran familiares, periodistas y organizaciones sociales, quienes exponiéndose a un peligro considerable lograron colectar datos exactos de los sucesos ante la desaparición de Torres Cruz. En este caso, al darse cuenta de que con su declaración ponía su vida en peligro, el Sr. Torres Cruz pidió medidas de protección a la procuraduría, las cuales jamás se le concedieron. La inactividad e incluso complicidad de los organismos del estado hasta ahora han permitido e incluso incitado al crimen organizado a aterrorizar a la población.

El gobernador del estado de Guerrero indicó que su gobierno no hace ninguna averiguación en contra de Rogaciano Alba, es decir, que no se ocupa de investigar su conocida involucración en el narcotráfico ni su complicidad con comandantes militares ni los numerosos asesinatos y otra serie de delitos que se le imputan.

Como personas comprometidas por el respeto de los derechos humanos en México demandamos:

  • que las circunstancias de la desaparición y tortura de Javier Torres se investiguen a fondo y que los autores inmediatos e intelectuales sean debidamente enjuiciados;
  • que la PGJDF asuma la responsabilidad de la seguridad de sus testigos y garantice en el futuro la protección de Javier Torres y de su familia;
  • que el Gobernador del Estado de Guerrero reconozca y realice la labor que le impone su mandato de acabar con los medios de presión arbitraria de caciques hasta ahora al parecer protegidos, quienes aterrorizan a la población y gozan de entera impunidad;
  • que la PGJDF investigue seriamente las huellas dejadas en octubre de 2001 por los asesinos de Digna Ochoa y Plácido, las cuales nunca fueron investigadas a fondo, aunque su existencia ya se conocía por una publicación en junio de 2002;
  • que se termine con la obstrucción que la PGJDF, empecinando la tesis del suicidio, ha hecho durante años a la consideración de las contrapruebas presentadas, aunque un tribunal federal la forzó a reabrir el proceso.